A la vida solo la tenemos una vez!! qué esperas vívela

Este año es tuyo, tómalo y exprímele hasta la última gota de felicidad, ¡porque la felicidad no es el fin sino el proceso!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Esta larga historia es para ti, y en ella te confieso...

   Esta es una confesión a mis amores, a los olvidados, a los llorados, a los odiados, a los insultados y maldecidos, esta es una confesión a mi conciencia, les digo que nunca los amé, que no aprendía a amar, que me separé, que me alejé, que me hice la desentendida y que huí, que enterré mis sentimientos después de cortar sus alas.
  Confieso que me ilusioné y que llené hojas con mis pensamientos y mi sentir, que escribí tanto como para el primero como para el más reciente, porque no puedo decir que último, que dejé libre a mi corazón mientras plasmaba lo que sentía sobre el papel.            Confieso que los usé, me me usaron, que mentí por ustedes, que les mentí a ustedes, que me mentí a mi misma, que los superé pero que recaí en llanto.
   Sólo uno de todos ustedes, pesó en mi conciencia de una manera en la que los otros no, a uno lo engañé, teóricamente hablando, dejé sus brazos sin decírselo, tomé los de alguien más, le partí el corazón al dejarlo, pero yo me liberé con su llanto, me liberé a mi, me perdoné por no amarlo, porque eso es lo que quería, esa vez me había ilusionado, pero gracias al cielo se quedó en el pasado.
   Debo dedicar una línea por lo menos a ese amor que fue la manzana de la discordia, que fue de lo más efímero pero muy significativo, tú, que me llevas más de 10 años, que pesas por que siempre has sido tú, que te expresas sin censura, que dices lo que sientes, que exiges y demandas, que quemas, que te fuiste sin decir nada, que me conmocionaste como una descarga, que te fuiste de forma más inexplicable de la que llegaste, que te quiero aunque nunca te lo haya dicho, que si te recuerdo es con una pícara sonrisa y que ten por seguro que este 22 de diciembre estaré llamando para felicitarte, como a eso de las 4 de la mañana.
   Mientras tanto tú, tienes que esperar tu turno, no puedes aparecer y desaparecer de esta serie de confesiones a tu manera, esto es para que también lo leas y entiendas mi mundo, no es para que te guste ni mucho menos, pero es una forma en la que te cuento como a todos mi vida, que confieso lo que llevé guardado durante tanto tiempo.Como la historia que vivimos fue la primera, y tal parece que es la más reciente, la dejaré para el final.

Diana, Cucus, Dianita, Nena, Amor, Baby, Linda, Bonita, Hermosísima, Preciosísima, Ibargüengüengüen,YO, junto hoy todos estos fragmentos de esta alma y los uno con fuerza y determinación, he decidido aceptar lo que soy, lo que he hecho, lo que dejé pasar, lo que perdí, de lo que me salvé, lo que soñé, lo que aún quiero y todo lo que nunca dije pero que creí decir con mi mirada, con estos ojos que muchos dicen que encantan, con estos ojos que delatan y evidencian, con estos ojos que juzgan y matan.

No hay nombres en esta lista de amor/desamor, pero sí  hay recuerdos, frío y calor. Es una lista que delata a mi memoria, todos aparecen aquí pero no de manera cronológica, aparecen como los voy sintiendo,conforme el peso de mi alma va disminuyendo, conforme los recuerdos brotan y son revividos. Las confesiones datan desde hace más de 5 años, incluyen cartas y fotos quemadas, contactos telefónicos borrados, moretones, lágrimas, crudas, dolores del corazón, rabia, regañizas, peleas, frío, mucho calor, hambre, sed, hartazgo, cotidianidad, besos, abrazos, y mucho silencio, escribo desde el inicio que me marcó, escribo con la esperanza de sentirme increíblemente mejor al terminar con mi examen de conciencia, muchos no necesitarán saberlo, pero yo si necesito contarlo, y con esa frase es como te incluyo hoy.
    No quería recordarlo, ni mucho menos volverlo a sentir, pero para que dejarte en stand by, junto a ese rencor y coraje de haberlo callo siempre.  Veamos, llegaste a mi vida y fue para quedarte, desde ese abril no hice más que quererte, que pensarte, que buscarte, que soñarte, que estar contigo cada vez que así lo querías. Te quise sin quererlo y  no lo dije porque dolía, por cobarde,  porque estaba convencida de que no sentías nada por mí, de que era amistad, porque nunca me había pasado. Evité mis sentimientos y no los dejé fluir, todos comentaban lo nuestro, cuál, si nada es lo que tuvimos, ¿amigos? ¿lo crees?, sentía que me derretía con solo verte, con estar horas platicando en tu coche, cambiando la música de tu Ipod y viéndote fumar.
    Nos conocimos y yo te hablé como a cuualquier otro en esa fiesta, eso creí pero al día siguiente ya estábamos mensajeándonos, y ahí firmé mi sentencia, sin saberlo me había metido en algo mucho más complicado de lo que jamás pude imaginar. Te fuiste, no te dije adiós, huí lejos, de tu cara, de tus ojos, de tu sonrisa, de tu cabello despeinado y de tu aroma, de tu novia, de lo que sentía por ti, te dejé ir sin siquiera decirte que te iba a extrañar, y todo murió, tú y yo, y yo por aparte, y también mi ilusión, pero no el amor aunque eso  lo supe hasta que estaba próximo tu regreso. Durante todos esos meses nos hablamos con suerte unas 3, pero para cuando volviste yo me había ilusionado de nueva cuenta, acepté lo que sentía e increíblemente me sentí mejor, pensé en luchar (estúpidamente) por ese amor, estaba decidida a amarte más allá de mi mente, quería desmostrarlo, gritarlo a los 4 vientos, sí, me estaba enamorando, pero y ¿tú?, claro, de mí no y según tus palabras, de tu novia tampoco.
    Tal y como con todos, te escribí, te soñé, compuse ridiculeces para ti, en tu honor bebí, bailé, busqué otros labios, que me quisieran, encontré más de lo que necesitaba y podía soportar, me perdí, me olvidé de sentir, maté al amor. Caí muy bajo, toqué el fondo y de la peor forma, respiré  aire que quemaba. Tomé vida de todo aquel que se dejaba,y así sobreviví a ese amor que nunca fue.




 

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